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Cada vez es más habitual, en los restaurantes para bodas en Gijón, encontrarnos con discursos de sobremesa en los que familiares o amigos de los novios ponen en común sus sentimientos y emociones.
Se trata de un broche emotivo, singular y divertido que, sin abusar y en su justa medida, se convierte en un excelente complemento para los convites en los restaurantes para bodas en Gijón.
Pero ¿quién debe llevar a cabo esas presentaciones? ¿Cuántas deben hacerse? ¿Estarías preparado para realizar una comunicación de estas características si unos novios cercanos te lo pidieran?
En este artículo queremos introducirte al atractivo mundo de los discursos nupciales. Para empezar, no te agobies. Si no estás acostumbrado a hablar en público o lo pasas mal cada vez que lo haces, no asumas tú este protagonismo. Lo bueno es que hay personas muy capaces y dispuestas para hacerlo y, lo mejor de todo, que siempre que se habla con naturalidad, sentimiento y verdad, estos mensajes triunfan.
En internet puedes encontrar gran cantidad de ideas y referencias para crear tu discurso. Ahora bien, es fundamental que lo personalices. Cuenta anécdotas, vivencias, recuerdos y pasajes compartidos con los auténticos protagonistas de ese enlace: los novios. Eso es lo que el orador y el auditorio tienen en común en estos casos. Y, en lo posible, no hables solamente de uno de ellos: incluye a los dos en tu alocución, a no ser que se te haya pedido específicamente lo contrario.
Recuerda, además, ser positivo. No es el momento de los reproches ni de las venganzas personales. Sé sincero, pero céntrate en lo bueno.
Sobre todo, no leas el discurso: ¡recréalo! Prepárate un buen guion, visual, completo y fácil de seguir, y ponte a hablar de tú a tú como si estuvieras entre amigos.
Recuerda, por último, que te esperamos en Castillo De San Cucao para celebrar tu boda con los mejores sabores.